PANTER VITA ECO
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El mercado español de material eléctrico ha experimentado un crecimiento del 6,9% hasta febrero de 2014 y ya ha iniciado su recuperación, tras seis años consecutivos de caídas, según el informe sectorial 2014 de CESCE sobre material eléctrico. Por su parte, el segmento de iluminación ya tiene un nombre propio, LED, tecnología que ha llegado para quedarse.

Según el informe de CESCE, desde el último trimestre de 2013, la tendencia del sector español de material eléctrico es positiva, hasta mostrar un crecimiento del 6,9% durante los dos primeros meses de 2014, en comparación con el mismo período del año anterior.
La recuperación, que comenzó con la importante desaceleración de las caídas del 17% y del 7,9% registradas en 2012 y 2013, respectivamente, podría llevar a cerrar el ejercicio de 2014, a falta de datos definitivos, con un crecimiento de la producción del 2,4%, hasta los 3.410 millones de euros.
El estudio de CESCE apunta que, tras una larga crisis, la producción de material eléctrico en 2014 pueda cerrar el año con una cifra de crecimiento positiva. 
Por otro lado, el informe muestra que las exportaciones seguirán siendo estratégicas para la recuperación, como lo demuestra el comportamiento reflejado entre 2008 y 2013, cuando las ventas en los mercados extranjeros se incrementaron un 15,% y alcanzaron, en agosto de 2013, un valor total de 1.140 millones de euros. 
Según CESCE, esta tendencia se ha mantenido durante 2014, ejercicio en el que las exportaciones han registrado un incremento del 8%, alcanzando un volumen total de unos 1.880 millones de euros.
El mercado natural para la exportación de material eléctrico es Europa, donde se destina el 56% del total de las ventas internacionales. Además, se han observado importantes oportunidades en el norte de África, en especial, en países como Argelia y Marruecos.
Mientras, los materiales eléctricos y de iluminación, continúan siendo los productos más internacionales de este segmento productivo, con unas ventas por encima de los 3.413 millones de euros en 2013, lo que representa un 9,3% más que en el período anterior.
 
Deterioro de la construcción
Aunque se palpa la recuperación, el pasado inmediato del sector de material eléctrico hace que siga  afectado por el deterioro de la construcción
El año 2012 continuó con el importante descenso de la producción de material eléctrico que se inició en 2011, bajando un 10,3%. Además, el mercado interior, que lleva hundiéndose desde 2007 con un descenso acumulado de un 60%, volvió a descender un 17,5% el año pasado.
Los problemas con los que se están encontrando las empresas españolas y que se vienen arrastrando de años anteriores, son el deterioro de la actividad en el sector de la construcción y en los principales sectores industriales, que han situado el mercado en los 3.345 millones de euros. Pero, además, en 2012, se produjo un descenso del grado de utilización de la capacidad productiva instalada, un aumento de la competencia en precios y un incremento de los costes energéticos y del transporte.
Esto motivó que empresas del sector como B3 Cable Solutions y Crady Eléctrica cesaran en sus actividades, y otras
empresas como GE Power Controls prevean cerrar alguna de sus fábricas.
Motivado por el descenso del mercado español se produjo también una reducción de las importaciones, situándose en
1.477 millones de euros, un 21,2% menos que en 2011.
Las exportaciones, descendieron un 5%, cifrándose en un importe de 1.500 millones de euros. El destino natural para
las exportaciones españolas continúa siendo Europa. Países como Francia y Alemania concentran el 27% de esta actividad.
 
Concentración del negocio
Sin embargo, las caídas de los mercados francés y alemán, 6% y 12% respectivamente, y el frenazo económico de la zona euro, ha llevado al sector a buscar otros destinos más allá de Europa como, por ejemplo, China.
La tendencia del mercado de la distribución de material eléctrico se dirige hacia la concentración del negocio en muy pocas manos, fruto de un fuerte proceso de reajuste. Las fuertes dificultades económicas de las empresas están haciendo peligrar su viabilidad. Entre las distribuidoras que mejor están gestionando esta situación se encuentran dos grupos de capital francés, Sonepar y ABM-Rexel, que han compensado el descenso de ventas con compra de competidores. 
Por un lado, Rexel adquirió, en mayo de 2012, las participaciones de las tres sociedades que conforman el grupo guipuzcoano Erka, que le aportarán ventas anuales de alrededor de 30 millones de euros, además de 10 almacenes en el País Vasco y dos delegaciones más en el exterior, una en Cuba y otra en la República Dominicana. Esta compra, les convirtió en líderes del mercado de distribución durante un par de meses.
Pero, en agosto, Sonepar recuperó el liderazgo con la compra del grupo valenciano AME, sumando a su actividad
unos ingresos de 74 millones de euros y 16 instalaciones. Esta compra va a llevar a Sonepar a cifras de facturación que superarán los 300 millones de euros.
Pero no todo son apertura de nuevas instalaciones e incremento de facturaciones. También hay malas noticias, por ejemplo, el concurso de acreedores de la andaluza Degrá que ya sólo cuenta con un centro en su sede de Paulinas (Granada), después de deshacerse de activos y cerrar puntos de venta, además de realizar un ERE para prescindir del 70% de los 400 trabajadores.
O la distribuidora granadina López Baena, que se ha visto obligada a reducir sus establecimientos y volver a su mercado tradicional, Andalucía. Otras como Electromed, Eimsa y Ares y Pacheco son distribuidoras que, o bien han entrado en concurso de acreedores, o han entrado en liquidación. Igualmente, la distribuidora Ramos Sierra se declaró en preconcurso de acreedores en febrero de 2013 para ganar tiempo en su refinanciación de deuda.
Además, han aparecido nuevas empresas como, por ejemplo, el grupo Thisa, que está especializado en distribución
de fontanería. En 2011 adquirió los activos de Tainco y Saltoki. Aunque está especializada en venta de material de
calefacción y fontanería, abrió a finales de 2012 su primer establecimiento de venta de material eléctrico.
En paralelo, la internacionalización y la diversificación en nuevas áreas de negocio y nichos de mercado, parecen ser estrategias para evitar la continua caída  de la demanda interior.
 
Malos precedentes
Las ventas del mercado nacional de material eléctrico se redujeron un 7,9% en 2013, hasta alcanzar los 38,20 M€ según los datos aportados por la Asociación de Fabricantes de Material Eléctrico (AFME). El mercado nacional acumula así seis años de caídas y de los 100 M€ facturados en 2007 se han pasado a los mencionados 38,20 M€, un 62% menos.
Según AFME, "la crisis ha afectado más duramente a las empresas focalizadas en el material de instalación, que a aquellas que dirigen sus productos a sectores más industriales y por lo tanto menos dependientes de la evolución del sector de la construcción. Afortunadamente -señala la patronal- la evolución de las exportaciones, a excepción de 2009, año de crisis generalizada en la mayoría de economías, se ha comportado muy bien en estos años y ha sido un balón de oxígeno que ha permitido la supervivencia de no pocas empresas".
No obstante, la patronal considera que la evolución de los últimos meses de 2013 "ha sido relativamente buena, lo cual da pie a pensar que podamos haber tocado ese tan anhelado fondo". AFME considera que las perspectivas para 2014 "son mejores que las que teníamos hace 12 meses" y se podría cerrar el presente ejercicio con "un crecimiento positivo por débil que este sea", aunque puntualiza que "probablemente los crecimientos del sector a medio plazo serán bastante reducidos". AFME integra a más de 130 empresas, que representan el 90% de la facturación del sector español de baja y media tensión.
 
Crecimiento imparable
Esta tecnología (Light-Emitting Diod) abre nuevas perspectivas y usos: su pequeño tamaño permite la integración en muchos productos cotidianos y su flexibilidad de colores permite crear, modificar y jugar con los ambientes y se ha convertido en una herramienta más para arquitectos, interioristas y decoradores.
Asimismo, su evolución técnica creciente permite niveles lumínicos cada vez más potentes y, en la actualidad se utilizan para iluminar grandes espacios (almacenes, estadios, zonas de aparcamientos…) con ahorros energéticos considerables.
Los datos y previsiones del mercado del LED a nivel mundial se situaron en alrededor de 5.000 millones de euros en el 2012. No obstante, los ratios de ventas se duplican cada dos años y se espera llegar a  los 50.000 millones de euros en 2015. Este veloz crecimiento ha convertido el mercado del LED en un idea atractiva para las empresas que atrae nuevos actores.
Este movimiento podría permitir la desmonopolización de las grandes marcas mundiales de bombillas tradicionales y obligar a mayores exigencias cualitativas y tecnológicas, convirtiéndolo en un mercado altamente competitivo.
En las últimas décadas, las viejas bombillas incandescentes han sido sustituidas por lámparas fluo-compactas, pero esto no implicaba más que cambiar una bombilla por otra a un precio muy similar.
 
Cambio de mentalidad
La tecnología LED obliga a un cambio de mentalidad en todos los escalafones de la cadena de consumo.
Para los fabricantes conlleva que los grandes deben adecuarse a un nuevo producto que necesita continuas adaptaciones técnicas evolutivas. Por tanto, desaparecen los grandes stocks y obliga a la reactividad e innovación para cubrir las necesidades del mercado. Esto ha comportado la proliferación de nuevos fabricantes (challengers) que se posicionan en este nicho de mercado, gracias a su agilidad y capacidad de reacción frente a los retos tecnológicos y las necesidades de los consumidores.
En el otro segmento, algunos instaladores se dieron cuenta que instalaban productos LED que apenas duraban 6 meses cuando deben durar, en óptimas condiciones, una década. Esto es debido básicamente a un mal diseño del producto. En la actualidad la calidad esperada de la lámpara LED solamente es alcanzable con un equipo especialista de I+D que garantice unos sistemas térmicos de alta disipación con electrónica resistente a altas temperaturas y diseños que sean capaces de obtener todo el rendimiento del chip LED.
Asimismo, garantizar una buena instalación es fundamental para lograr llegar al equilibrio entre los distintos componentes de la lámpara LED. Algunos de los productos desarrollados se convierten en soluciones duraderas en el tiempo y con rendimientos muy superiores a las antiguas tecnologías de fluorescencia o incandescencia pero, sin embargo, requieren técnicos especializados en su instalación.
Respecto al consumidor final (profesional o particular), el cambio de lámparas incandescentes o fluo-compactas a lámparas LED, es comparable al de las cámaras fotográficas con películas film a las cámaras digitales con tarjetas SIM. Comporta un cambio de mentalidad. El consumidor debe empezar a considerar el cambio de lámparas como una inversión a largo plazo gracias al ahorro energético que conlleva.
 
Nueva era de la iluminación
Cuando el uno de septiembre de 2012, la Unión Europea prohibió la venta de las bombillas incandescentes, los fabricantes y vendedores de bombillas se apresuraron a decir que entrábamos en una nueva etapa energética y lumínica. Y aunque todavía, en 2015, se estima que las bombillas de Edison siguen muy presentes en los hogares españoles; las bombillas de bajo consumo primero y las bombillas LED más tarde, se han impuesto como principales protagonistas de esta etapa.
Las bombillas LED se consideran una apuesta energética eficiente, con beneficios que se centran en el ahorro monetario y energético. 
Algo que no nos debe sorprender pues desde hace varios años se viene anunciando es que la tecnología LED puede tener una incidencia de hasta el 90% del consumo energético, y por ende en las tarifas de la luz.
La razón por la que los dispositivos LED consumen menos energía es porque convierten mejor la electricidad en energía lumínica, necesitando menos temperatura y teniendo menos pérdidas energéticas en el proceso. Esto, aparte de las consideraciones medioambientales, se ha estimado que supone un ahorro aproximado de 1,6€/mes por cada dispositivo LED en comparación con las bombillas incandescentes.
Por otro lado, la diferencia principal entre LED y bombillas de bajo consumo radica en la vida útil así como en la contaminación. La utilidad de las bombillas de bajo consumo se estima en 6.000 horas aproximadamente, frente a las LED y sus 45.000 horas. Si bien es verdad que el precio de los dispositivos LED es ostensiblemente más caro que el de los demás tipos de bombillas de bajo consumo, especialmente en las primeras marcas, la diferencia de horas de vida y su garantía convierte a estas bombillas en una inversión a medio/largo plazo.
 
La importante tarea del reciclaje
Ambilamp, Asociación para el Reciclaje de Iluminación, ha llevado a cabo en 2014, como cada año, una encuesta de satisfacción a los puntos de recogida a través de un servicio externo. La encuesta realizada a una muestra de 4.820 puntos de recogida – un 42% mayor que el año anterior- comprende una muestra significativa de cada grupo al que da servicio la Asociación: mayoristas, grandes comercios, puntos limpios, grandes instaladores, grandes usuarios, ferreterías, centros de bricolaje, tiendas de iluminación, supermercados, etc.
Los canales de recogida con gran contenedor han calificado el servicio global de Ambilamp con una nota media del 8,06, manteniéndose en niveles similares a los del pasado año. Alrededor del 75% valora el servicio ofrecido por Ambilamp como de buena o muy buena calidad. Los puntos de recogida de este canal encuestados, valoran el área de Logística como en la que Ambilamp ofrece mejor servicio, valoración que ha aumentado con respecto a 2012: – el 95,97% de los puntos manifiesta no haber tenido ninguna queja en el servicio de recogidas y – el 91,32% considera adecuado el tamaño y material del contenedor suministrado para la recogida de lámparas y tubos, con un plazo de recogida adecuado.
El servicio de atención al cliente es otra de las áreas mejor valoradas, con una media global de 8,26, alrededor del 45% valora este servicio con puntuación sobresaliente, entre 9 y 10. 
Por comunidades autónomas, los datos generales coinciden y las comunidades de Navarra, Baleares y Asturias las que hacen mejor valoración del servicio de Ambilamp.
En cuanto al canal de recogida del pequeño contenedor los resultados reflejan unos resultados muy positivos y similares a los del canal de recogidas de gran contenedor. De nuevo, otro año, más del 80% de los puntos declara sentirse satisfecho con el servicio de Ambilamp con puntuaciones altas, entre 8 y 10, situándose en una valoración media de 8,47. Por sector, la mayor valoración viene dada por el canal de recogida de gran usuario y tiendas de electrodomésticos.
Por otro lado, el resultado de las encuestas confirma a los sectores de Ferretería-Bricolaje y Decoración como el de mayor aumento en el número de visitas de sus clientes al establecimiento para depositar lámparas usadas, corresponden justamente a aquellos puntos donde los contenedores se encuentran más visibles para el público. No obstante, el 97% de los encuestados afirma tener correctamente montados y colocados los contenedores aclarando que los que no están visibles es por problema de espacio.
Ambilamp, Asociación para el Reciclaje de Iluminación, ha conseguido superar otro año más el volumen de recogidas con un total de 2.345 Tm de lámparas en 2013, lo que equivale aproximadamente a 16 millones de lámparas y un ahorro de emisión a la atmósfera de 189.945 toneladas de CO2, con la consiguiente aportación a la protección del medioambiente. Hay que sumar a estos datos las 278 toneladas que la Asociación recogió de luminarias.

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