PANTER VITA ECO
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El sector de la cerrajería es un mercado consolidado en España, en el que existe mucha fabricación nacional y en el que constantemente se producen innovaciones. Si bien esto hace que los productos y servicios tengan un mayor precio, suele tratarse de un incremento que el consumidor está dispuesto a pagar, ya que valora mucho la seguridad.

La cerrajería de seguridad en nuestro país ha elevado de forma notable su nivel en los últimos años, equiparándose al de los principales mercados europeos. Y aunque su futuro es halagüeño, quedan por resolver problemas como el intrusismo o el nivel de formación, que necesita seguir creciendo para afrontar con garantías la llegada de nuevas tecnologías. El sector está preparado para dar respuesta a la demanda del mercado, tanto por la calidad de sus profesionales como por el desarrollo de tecnología.

Intrusismo profesional

El intrusismo profesional, la crisis y la falta de regulación de la actividad han hecho que prosperen muchos falsos profesionales que, con una formación dudosa y sin ningún control de la Administración, ejercen actividades de seguridad tan críticas como el cambio de cerraduras, la apertura de sistemas o la instalación de dispositivos, sin ninguna garantía o regulación.

No es cuestión de crear alarma social, pero no existe ningún control de asuntos tan importantes como la comercialización de ganzúas y herramientas de apertura. La proliferación de páginas en Internet para la venta de estos sistemas y la enseñanza indiscriminada de técnicas de apertura han hecho que robar en España sea cada vez más fácil.

La Asociación de profesionales de España de la cerrajería y seguridad, APECS, está trabajando para incluir la actividad bajo el amparo de la Ley de Seguridad Privada y la creación de un nuevo modelo de empresa que aúne todas las actividades a través un plan de formación y certificación profesional del Ministerio de Educación. La colaboración con la Administración es absoluta.

Asesoramiento al cliente

Según indican desde APECS, estamos en el inicio de un tránsito de sistemas mecánicos a electrónicos, cuyo objetivo es elevar el control en los accesos y la implantación de sistemas lógicos de protección dentro de las empresas con una perspectiva global, de acuerdo a los riesgos y necesidades de cada actividad.

Hasta ahora se trabajaba la seguridad no como un concepto global, sino dando soluciones parciales para cada uno de los componentes que interactúan, lo que se traduce en una deficiente protección. En este ámbito queda mucho por hacer. Los profesionales no pueden seguir ofreciendo una seguridad sesgada: por un lado los sistemas de detección, por otro la seguridad de la información, por otro la seguridad física y, finalmente, los recursos humanos.

Es su trabajo asesorar a los clientes de forma integral, ofreciéndoles soluciones completas. Por otra parte, la crisis ha disparado la venta de cajas fuertes domiciliarias, probablemente por la desconfianza del ciudadano en el sistema, lo que le ha llevado a proteger sus bienes de maneras alternativas. Lamentablemente, ni la legislación ni las compañías de seguros exigen un nivel de seguridad mínimo para las viviendas.

Certificaciones

La necesidad de una certificación para los productos de cerrajería es vital ya que garantiza, según los ensayos, unas características comunes en seguridad, siendo además un elemento diferenciador respecto a los productos de importación, principalmente los asiáticos. Existen varios laboratorios en España que emiten certificados según las normas vigentes. El proceso es sencillo, aunque el coste económico hace que en la mayoría de los casos certificar un producto sea lento.

Mientras que en el resto de Europa la exigencia de productos certificados por las compañías aseguradoras hace que los fabricantes sean más activos en este aspecto, hay un elemento de distorsión en nuestro mercado muy importante, en el que se debe trabajar a nivel de comunicación, que es el concepto de seguridad: cerradura de seguridad, cilindro de seguridad, llave de seguridad, puerta de seguridad, caja de seguridad... todo es de seguridad. ¡Absolutamente no! Sólo el certificado de producto garantiza que éste, según el ensayo pertinente, cumple con determinados requerimientos.

A través de su certificación de seguridad, APECS trabaja en la ampliación de las posibilidades de intervención mediante una formación específica en torno a diversos productos, como es el caso de aquellos que habitualmente no llegan al mercado por falta de conocimientos y formación previa para su implementación profesional. El desarrollo de nuevos productos, así como una normativa que exige la utilización e instalación de diversos elementos de seguridad, anuncian una más que probable y necesaria renovación del sector.

Reactivar el sector

La clave para reanimar el sector, según afirman desde la APECS está en incluir en el Código Técnico de la Edificación un certificado de seguridad domiciliaria, del mismo modo como se exige el certificado de eficiencia energética. Para los responsables de la asociación resulta increíble que se vendan las viviendas sin un nivel de seguridad mínimo, quedando en un segundo plano la protección de personas y valores. A juicio de la APECS está todo por hacer, ya que la vorágine de construcción que se ha vivido en nuestro país ha dejado de lado aspectos fundamentales en seguridad, lo que ha llevado a que se produzca un crecimiento descontrolado de la siniestralidad.

En esta línea, el colectivo está trabajando para que, por medio de la legislación, se sienten las bases para desarrollar una labor preventiva que redunde en una mayor seguridad y permita reducir los índices de robo y siniestros. Además, la APECS está desarrollando campañas para educar al ciudadano sobre los aspectos básicos necesarios para contar con un buen nivel de protección.

Ley de Seguridad Ciudadana

Por su parte, la Unión de Cerrajeros de Seguridad (UCES), federación que aglutina las principales asociaciones del sector español de la cerrajería, sigue trabajando con el Ministerio de Interior en la “implementación de registro de actividades de los profesionales de la cerrajería de seguridad prevista en la Ley de Seguridad Ciudadana”. En base a esta normativa, en vigor desde julio del pasado año, los cerrajeros dejan de ser trabajadores anónimos para la sociedad, para la policía e, incluso, para las asociaciones que los representan, no pudiendo ejercer su profesión si no están perfectamente documentados en un fichero de profesionales, al que podrán acceder las autoridades en cualquier momento. Además, se hace obligatorio dejar constancia en un registro oficial de todas las intervenciones sensibles que se deriven de su actividad profesional.

Esta Ley cita por primera vez en la historia a los cerrajeros de seguridad con el ánimo de regular su actividad. Los profesionales federados de la UCES la califican de “logro histórico” y confían en que les impulse hacia un mayor reconocimiento social y dignificación profesional.

Sello de Calidad

Otro tema estrella en el que está trabajando UCES es el Sello de Calidad y Seguridad, que viene a reconocer la importancia de la Federación como valedora de la garantía y calidad de los productos de cerrajería que se comercializan y utilizan en nuestro país. Según explica su presidente, Manuel Sánchez, el Sello de producto recomendado garantiza que el artículo cumpla con un código de buenas prácticas, permitiendo incorporar los conocimientos y experiencias de los asociados. Se trata, así, de un respaldo a los productos recomendados por los mismos profesionales.

Entre los beneficios de este Sello destacan la posibilidad de contrastar nuevas aplicaciones; reconocer las coberturas en términos de seguridad, orientar para los cambios en los sistemas de seguridad en el sector profesional; contribuir a poner en el mercado soluciones contrastadas y facilitar la evaluación de los profesionales de nuevas aplicaciones. Además, se espera que brinde confianza al cliente, facilite la comercialización en el sector cerrajero profesional, influya en la decisión de compra del consumidor ayudando a no adquirir productos obsoletos y permita diferenciar el producto -gracias al respaldo de profesionales- bajo reglas de calidad y buenas prácticas.

Tal como recuerda el presidente de UCES, la colaboración entre todos los actores del sector es importante y necesaria, siendo el conocimiento y la experiencia “la mejor puesta en escena para poner en el mercado los productos que demanda el usuario final”.

Plan Clarifica y Renove

Sin duda UCES está viviendo un 2016 intenso en lo que a actividades se refiere: Además de las iniciativas ya mencionadas, otros dos grandes proyectos centran los trabajos de la asociación durante este año: El Plan Clarifica - presentado por sus creadores a los cerrajeros asociados en el transcurso de la Asamblea celebrada en el mes de noviembre del pasado año- y un futuro Plan Renove para cerraduras de seguridad, cuya redacción se dirige a proyectos de renovación y actualización en viviendas, edificios o conjuntos de edificios con uso principal de vivienda que contemplen una mejora de las condiciones de accesibilidad, eficiencia y seguridad.

Formación imprescindible

La evolución tecnológica en nuestro sector es indudable. La accesibilidad y las nuevas tecnologías han permitido desarrollar una nueva línea de productos adaptados a las presentes necesidades. Hasta ahora nuestro país se utilizaba como receptor de sistemas obsoletos o con graves carencias de seguridad. Esto se ha normalizado y los fabricantes comercializan la misma línea de producto con las certificaciones europeas. La inversión en I+D salta a la vista; las marcas apuntan sus esfuerzos hacia la lógica evolución de los sistemas mecánicos a los electrónicos, con infinidad de soluciones en identificación, gestión e integración dentro de los diferentes segmentos de mercado. Así, nos encontramos ante un sector vivo que se ha reforzado con la crisis y que ofrece soluciones tecnológicas muy avanzadas.

La formación y la especialización siguen siendo claves en el mercado. El cerrajero es un especialista en seguridad que debe dominar la mecánica, la electrónica y el software; un profesional que requiere una formación continuada dada la creciente importancia de la domótica y los Smartphone en su oficio. Pero no ha de temer a estos avances, son señal de un futuro prometedor.

Clientes de cerrajería

Desde el punto de vista de la oferta, destaca en el sector la presencia de microempresas y trabajadores autónomos. En cuanto a la organización interna, se puede afirmar que la mayoría de las empresas se compone de un pequeño taller y una tienda de exposición, o sólo del taller.

Los clientes de la empresa de cerrajería pueden ser de diversos tipos:
- Clientes particulares que solicitan servicios del tipo instalación o apertura de cerraduras de puertas, y que acuden a la empresa principalmente por motivos de seguridad y de cercanía.
- Empresas o entidades que utilizan en gran medida los servicios de cerrajería, tales como los comercios, las entidades bancarias, los concesionarios de vehículos, etc. Los servicios que se les prestan van desde la apertura de persianas o el arreglo por robo, pasando por la colocación de candados y dispositivos de seguridad, entre otros.
- Comunidades de vecinos: Demandan servicios como el arreglo de interfonos o el de la cerradura de la portería.
- Empresas de construcción: Pueden solicitar servicios de cerrajería para realizar instalaciones o arreglos en obra nueva. Al ser un sector estrechamente relacionado con la construcción, depende en gran medida de su situación. 

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