El mercado español de abrasivos se va reponiendo al ritmo que marca la recuperación de la construcción, sector que - junto con el de automoción- se ha convertido en el principal exponente comercial del segmento, muy introducido en ferretería y suministro industrial.

En nuestro país, los líderes del sector de los abrasivos se están dedicando a la interesante y necesaria tarea de formar al usuario y al detallista, además de presentar sus artículos de una manera clara, con las principales indicaciones de uso y siendo fieles al cumplimiento de las normativas pertinentes. Todo es poco para luchar contra las falsificaciones de producto y la entrada de artículos, principalmente procedentes de Asia, de baja calidad.

Liderazgo de la ferretería

La ferretería y el suministro industrial siguen siendo los canales clave para llegar al usuario profesional, al tiempo que casi todos los fabricantes reservan algunas gamas para introducirse en el mercado del bricolaje.

En el apartado de abrasivos domésticos sigue dominando el factor precio, así como la mentalidad del usuario de no requerir una mayor calidad en este tipo de productos. Tras la grave crisis de la construcción, el distribuidor está realizando sus compras con mucha cautela, si bien poco a poco se van reduciendo los niveles de impago.

Balanza comercial

Dentro de esta coyuntura de mercado estable, y si bien hablamos de cifras moderadas, la balanza comercial es favorable a las importaciones frente a las exportaciones. Nuestro sector está integrado, en primer lugar, por grandes multinacionales extranjeras, presentes en nuestro país, algunas de ellas desde hace décadas.

No obstante, la presencia de destacados fabricantes españoles en los mercados más exigentes es digna de resaltar y la importación de productos procedentes de Asia es cada vez menor, especialmente en lo que se refiera a las gamas destinadas a trabajos industriales que precisan artículos de mayores prestaciones.

Según los últimos datos registrados por la Asociación Nacional de Fabricantes de Abrasivos (ANFA), el volumen económico de las importaciones de este tipo de productos alcanzó los 57,5 millones de euros en el período 2009-2013, mientras que el de las exportaciones superó los 44,3 millones de euros.

Los principales destinatarios de nuestras exportaciones de abrasivos, desde 2009, han sido Alemania y Portugal, si bien en 2013 despuntaron las exportaciones a Estados Unidos y Sudáfrica.

En el mismo período, los mercados de los que España ha importado más abrasivos han sido Alemania, Austria, Italia y Eslovenia. Todos ellos, según ANFA, han mostrado una tónica decreciente, con comportamientos al alza en 2013.

En este sentido, es satisfactorio pensar que el nivel económico acumulado de las exportaciones en 2013 ha superado en más de seis millones de euros la cifra de 2012.

Como está ocurriendo en otros segmentos relacionados con nuestro sector, el valor de las importaciones va siendo paulatinamente menor y el de las exportaciones mayor.

Patrones de calidad

A fin de asegurar la fiabilidad de los abrasivos fabricados se han desarrollado sistemas de homologación que tratan de contrastar la calidad del material. La Federación Europea de Productos Abrasivos (FEPA) ha creado un código que establece un sistema de marcaje con la letra P, delante del valor del grano, para aquellos productos que cumplan con sus estándares.

Existen otros sistemas para nombrar los materiales abrasivos. En Japón, por ejemplo, se usa la nomenclatura J.I.S. que establece criterios menos estrictos. Así, se trata de productos que no consiguen la misma calidad que los marcados con la letra P, dado que incluyen una mayor variedad de tamaños de material abrasivo. Por su parte, los fabricantes americanos se reúnen en otra asociación (ANSI), que establece sus propios criterios.

En definitiva, es muy recomendable el uso de materiales abrasivos que cumplan estrictamente los patrones de la FEPA, ya que aportan mayor homogeneidad en el lijado, lo que a su vez permite alcanzar una mayor calidad en el acabado.

Importancia de la seguridad

La oSa -Asociación para la seguridad y calidad, es la más reciente de todas las instituciones sobre seguridad y se define como la organización para la seguridad de las herramientas abrasivas.

En esta organización internacional se han asociado fabricantes líderes del sector de las herramientas abrasivas para garantizar y documentar el alto nivel de seguridad de sus productos. La razón principal de su fundación es poder asegurar y mantener el nivel de seguridad en la utilización de los productos por parte de los usuarios. Por ello, los miembros de la oSa se obligan a sí mismos a seguir desarrollando continuamente nuevas medidas y controles en lo que a la seguridad para las herramientas abrasivas se refiere.

La obtención de su certificado es un marchamo de calidad para las marcas que les autoriza a incluirlo en su documentación y en las etiquetas de sus productos con el distintivo OSA y un código de control diferenciado para cada fabricante.

Dado que lo más barato no suele ser lo más rentable ni lo más aconsejable para la salud, es muy recomendable utilizar solamente herramientas abrasivas que cumplan con los más altos estándares de seguridad. Deben llevar grabado el número de la Norma Europea de Seguridad “EN” y/o OSA que corresponda: EN 12413 para los abrasivos aglomerados (muelas), EN 13236 para los superabrasivos (diamante o CBN) y EN 13743 para ciertos abrasivos flexibles (discos de fibra vulcanizada, cepillos de núcleo o con eje, discos de láminas).

Presentación de los abrasivos

Los discos son la forma más común de usar los materiales abrasivos convencionales, para emplearlos en máquinas de tipo roto-excéntricas o roto-orbitales. Estos discos se caracterizan por la posibilidad de tener adaptado el sistema de extracción de polvo (unido al plato).

Otro elemento propio de los discos es su forma de unirse al soporte. Durante años han sido muy populares los discos con una unión de tipo adhesivo, pero esta modalidad de producto abrasivo está cayendo en desuso debido a que los discos son muy difíciles de reutilizar una vez que se separan del plato. El declive de la unión adhesiva ha venido acompañado por el auge de los discos con agarre de tipo gancho al plato. Estos productos permiten una fácil reutilización de un disco una vez usado, mejorando así su productividad.

Otra forma muy popular de emplear estos abrasivos convencionales es en hojas alargadas que se usan a mano o se unen a garlopas mediante uniones adhesivas o de tipo gancho. Se utilizan especialmente en el lijado de zonas planas y de masillas para evitar la aparición de aguas.

Los abrasivos convencionales suministrados en rollos se destinan sobre todo al lijado en seco de forma manual, utilizando generalmente un taco para repartir de forma homogénea la presión. Son muy útiles para adaptarse a zonas de difícil acceso.

Los rollos almohadillados son una variante de los rollos anteriores, en los que se incluye un soporte almohadillado con el objetivo de conseguir un mejor acabado al aplicar la presión sobre la superficie de forma homogénea.

Por su parte, los abrasivos tridimensionales están especialmente indicados para el acceso a zonas difíciles como contornos, aristas o emblemas. En estos casos los minerales que actúan como abrasivos son los mismos que en los abrasivos convencionales, variando el soporte sobre el que se ancla ese mineral.

Deterioro del abrasivo

Existen diversas vías por las que un producto abrasivo se acaba deteriorando tras un periodo de uso. El uso adecuado del disco, con las herramientas apropiadas y una velocidad justa, permiten minimizar el proceso de deterioro.

El arromamiento es posiblemente la causa más frecuente de deterioro de un abrasivo, dada la gran tendencia del óxido de aluminio para redondearse en sus aristas, lo que le hace perder capacidad de corte.

El embazado se produce cuando la distancia entre los granos se recubre de polvo y suciedad, impidiendo que los abrasivos muestren sus aristas de forma correcta. Si la capa de adhesivo no está bien aplicada o curada es posible que el abrasivo se deteriore por pérdida de grano de mineral, reduciendo la actividad del disco.

Además de estos procesos de deterioro, otro de los modos en los que se estropea un abrasivo es mediante la rotura del papel soporte del disco.

La incidencia china

Las perspectivas de crecimiento para los próximos años en el mercado de discos abrasivos, lijas y discos de diamante que pertenecen a la gran familia de abrasivos son sorprendentes.
Según los últimos indicadores del estudio realizado por el sitio web especializado en reportes industriales Reportlinker, el tamaño del mercado de abrasivos a nivel global es de 38.200 millones de dólares. La tasa de crecimiento anual desde 2010 hasta 2013 indica que la categoría de abrasivos crecerá 5.9% anual a nivel global.

Quizás uno de los puntos más destacados, pero al mismo tiempo menos sorprendentes, es el crecimiento y participación de China dentro del mercado global. De todo el crecimiento global de la categoría China contribuye con dos terceras partes del mismo. Como contraste, los mercados más desarrollados como USA, Alemania, Japón y el Reino Unido han crecido tan solo un 1% en los últimos años, y su perspectiva de crecimiento es negativa para los próximos cuatro años según el estudio. Sin embargo el mayor poder adquisitivo de estos países hace que la gente gaste más dinero en bienes de consumo, lo cual puede equilibrar el crecimiento de la categoría.

Por otro lado, los mercados de mayor crecimiento han sido y continuaran siendo China, la Región Asia/pacifico, África y el Medio Oriente, Europa Oriental y Latinoamérica. China, asimismo, es actualmente el mercado más grande de la categoría abrasivos del mundo, superando a los Estados Unidos.

Por su parte Latinoamérica, gracias a su nivel de inversión en construcción y en grandes obras, sigue situándose como una de las regiones más atractivas y de mayor potencial de desarrollo a nivel mundial para los tiempos venideros.