PANTER VITA ECO
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Las centrales de compra y las cooperativas prefieren negociar con las marcas sólidas que traer grandes contenedores de herramientas de segunda o tercera línea.

El ejercicio de 2015 del sector español de herramientas eléctricas ha consolidado la claridad que ya se venía forjando en los últimos años. Después de vivir una época de masificación de productos, en la que había dos segmentos muy bien delimitados - calidad y el precio- ahora algunas marcas, especialmente las que irrumpieron en el mercado en tiempos de alta demanda, han desaparecido. Asimismo, se han producido interesantes adquisiciones, como la de Metabo por parte de Hitachi, y empresas de renombre han visto bajar mucho sus cifras.

Las máquinas importadas de nombre desconocido tenían más salida cuando había más demanda. Ahora el usuario final y el detallista han hecho una piña en torno a aquellas marcas que no le van a fallar. Los proveedores, que lo saben, han renunciado a puntos de margen con tal de consolidarse en el abanico de marcas escogidas.

Las centrales de compra y las cooperativas, aconsejadas por sus detallistas, se dedican más a negociar con las marcas sólidas que a traer grandes contenedores de herramientas de segunda o tercera línea.

Usuario profesional

Ahora, es necesario que el usuario final contribuya a lograr ese panorama de claridad comercial. Seguimos observando distintas tendencias en la compra del consumidor profesional. Debido a la situación económica y al nivel de actividad, muchos profesionales han descartado, o estancado, la adquisición de nuevos productos, quedándose el campo de herramientas anticuado, lo que provoca un aumento del stock en los establecimientos y lentitud a la hora de sacar nuevos modelos al mercado.

Por otra parte, autónomos y pequeñas empresas principalmente utilizan en ocasiones herramientas con menos potencia, calidad y prestaciones de las requeridas para su actividad. Esta tendencia enturbió en gran parte el marquismo consolidado y provocó la venta de herramientas de segunda línea, más baratas. Se trata por lo general de profesionales que prefieren adquirir herramientas según se vayan rompiendo antes que comprar una que le dé plenas garantías de uso. Esto afecta también al canal de distribución, ya que algunas grandes superficies se especializan en la venta de estos productos, siempre manteniendo una gama más o menos grande de marcas de renombre.

Importancia del marketing

Salvo las mencionadas excepciones el cliente profesional tiene muy claro lo que quiere comprar: Tanto la costumbre como la información le hacen ir a productos de fabricantes líderes. Las tareas de marketing desarrolladas por las marcas van, por tanto, dirigidas especialmente al cliente particular, es decir al bricolador.

En España, el auge del bricolaje ha ido por detrás de otros países europeos, debido a los ya conocidos condicionantes de climatología, horario laboral y tendencias de ocio, pero se ha conformado un paquete básico de herramientas eléctricas que gusta tener al bricolador. Entre ellas podemos destacar las amoladoras, cajas de herramientas, lijadoras de banda, taladros de banco y percutores, compresores de aire, destornilladores eléctricos, ingletadoras y caladoras. Comprar estas herramientas y sus accesorios puede resultar más económico de lo que parece, ya que permite al usuario “manitas” abaratar costes al no tener que acudir a un carpintero o un electricista cada vez que hay algún problema o quiere realizar algún cambio, si bien es evidente que hay reparaciones que es mejor dejar en manos de un profesional.

Una alternativa a la compra, mucho más extendida en otros países, es el servicio de alquiler de herramientas de segunda mano.

Mercado creciente

El de herramientas eléctricas es un mercado global, enorme y creciente. De acuerdo con un informe elaborado por Freedonia, se prevé que la demanda mundial de herramientas eléctricas aumente un 4,8% por año hasta el 2018.

Según este informe, una de las principales áreas de crecimiento será la de herramientas eléctricas inalámbricas, debido a las constantes mejoras en la tecnología de las baterías. Es el caso de la adopción de baterías de iones de litio, que ha aumentado la potencia y el tiempo de funcionamiento de las herramientas. También se espera que el sector de la construcción aumente la demanda de herramientas profesionales, que constituyen el trozo más grande de la tarta dentro de las ventas globales de las herramientas eléctricas.

Al igual que en un sinnúmero de otros dominios, las herramientas eléctricas han pasado del mundo industrial al entorno del hogar, permitiendo a la gente hacer frente a muchas de las tareas que antes estaban reservadas a los profesionales.

Los robots entran en el mercado

Las tareas domésticas en el exterior de los hogares, tales como cortar el césped o limpiar piscinas son, a menudo, actividades tediosas que consumen tiempo y pueden llegar a ser inseguras. Varios fabricantes han desarrollado máquinas automatizadas que llevan a cabo estas tareas, como por ejemplo las segadoras robóticas eléctricas que comenzaron a aparecer a mediados de la década de los 90. Los últimos modelos incorporan una serie de sensores que les permiten evitar obstáculos, como árboles y mobiliario de jardín, para reconocer los límites e incluso dejar de funcionar y regresar a su base de carga cuando la batería está baja o empieza a llover. Las cortadoras domésticas robóticas son productos de nicho, pero su venta se ha disparado, literalmente, a pesar de su elevado precio. Se trata de productos maduros que han evolucionado en áreas profesionales como la atención de campos de golf o el deshierbe y ribete de sitios comerciales.

Importancia de la normativa

Las herramientas eléctricas portátiles han llegado a ser auxiliares indispensables en la industria. La experiencia demuestra que su manejo no está libre de peligro, pudiendo causar accidentes e incluso de incendios. Por ello, deben conectarse a un cuadro eléctrico montado por un instalador cualificado, que comprenda como mínimo un interruptor diferencial de corte de alta sensibilidad y dispositivos de protección contra sobre-intensidades. Las máquinas portátiles eléctricas se bloquean con facilidad cuando el operario empuja fuertemente, produciéndose un calentamiento excesivo de sus bobinados por efecto del gran aumento de la intensidad de la corriente. Esta anomalía en carga es perjudicial, asimismo, para la buena conservación de los útiles de corte, amolado, pulido, taladrado, etc., y se corre el riesgo de que se produzca la rotura del útil, con la consiguiente proyección de fragmentos a gran velocidad. Es pues necesario no forzar estas máquinas al límite de su capacidad.

La amplia gama de componentes y piezas utilizadas en su fabricación implica la utilización de una multitud de normas internacionales IEC en el diseño y fabricación de este tipo de dispositivos.

Diseñadas para la seguridad

Sean con cable o inalámbricas, estas herramientas o aparatos están diseñados para cortar o ir a través de diversos materiales, por lo que pueden causar lesiones graves, incluso a operarios experimentados. Por lo tanto, es fundamental que estén diseñadas para operar con seguridad. Es responsabilidad del CT 116 velar por la seguridad de las herramientas eléctricas accionadas por motor a través de normas internacionales para este tipo de aparatos. A medida que muchas de estas herramientas utilizan baterías, la elaboración de normas para baterías portátiles entre otros tipos, juega un papel esencial en su desarrollo. Pero no sólo se necesitan medidas de seguridad para regular el uso de las herramientas que cortan, el polvo y el agua también pueden producir daños y poner al usuario en riesgo. Es por eso que todas las nuevas herramientas eléctricas se comprueban con IEC 60529: 2013, que califica su resistencia al polvo y al agua mediante el Código de Clasificación IP (Protección de entrada). La norma fue elaborada por el Comité Técnico 70, que son los grados de protección proporcionados por los contenedores.

Herramientas sin cable

Siguiendo el patrón observado desde que se lanzaron las herramientas eléctricas, la siguiente revolución tecnológica se inició en el entorno profesional antes de llegar al mercado doméstico. Uno de los principales inconvenientes de las herramientas eléctricas con cable era, y sigue siendo, la necesidad de utilizarlas en lugares de difícil acceso, donde la energía no está fácilmente disponible.

Tras su lanzamiento en 1961, a medida que sus precios fueron bajando, las herramientas sin cable -taladros y destornilladores en particular- se volvieron cada vez más populares por su conveniencia, no como sustitutos completos de las herramientas con cable en sus inicios, debido a las limitaciones de las baterías en duración y potencia, sino como herramientas adicionales.

Avance de la batería

El avance más importante en herramientas inalámbricas se dio gracias al desarrollo de la tecnología de baterías, haciendo posible la producción de herramientas más potentes. Las herramientas inalámbricas iniciales - esencialmente taladros y lijadoras - utilizaban pilas de 7,2 V de Ni-Cd (níquel-cadmio) que limitaron su rendimiento. Los modelos actuales de herramientas y aparatos inalámbricos utilizan principalmente baterías de Li-Ion (Ion de litio) que pueden proporcionar mayor carga, mayor tiempo de ejecución, menos auto-descarga y recargado más rápido que sus equivalentes de Ni-Cd. Además, a diferencia de éstas, se pueden recargar en cualquier momento y no sufren el llamado efecto memoria, ya que las pilas van necesitando cada vez menos carga en el tiempo. Hoy en día las baterías de ion litio para herramientas sin cable con potencias de 18 V o incluso 36 V no son inusuales. Permiten la producción de una gama más amplia de herramientas más poderosas, de taladros y lijadoras para amoladoras, o incluso motosierras, para cubrir las necesidades de los usuarios industriales y de consumo.

Se observa una interesante inversión de la tendencia de las primeras herramientas eléctricas con cable: Actualmente, la parte más cara de las herramientas inalámbricas es la batería. Los productores ahora ofrecen herramientas o kits de varias herramientas individuales - por ejemplo, un martillo destornillador-taladro, una sierra circular, una sierra de calar y una amoladora angular, e incluso herramientas de jardín – ya que todas utilizan la misma batería. 

Auge del reciclaje

El reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos ha ganado importancia en nuestro país en los últimos años. La concienciación de la necesidad de dar una salida ecológica a estos productos ha generado la actividad de distintas asociaciones integradas por profesionales que han desarrollado un código de conducta para proveedores, distribuidores y usuarios.

ECOTIC es una fundación privada sin ánimo de lucro que tiene por objeto general la defensa del medio ambiente, a través del establecimiento y la gestión de sistemas integrados de recogida, tratamiento y control (SIG) de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). Facilita a las empresas adheridas la gestión de los RAEE, promueve la participación de los consumidores y garantiza el respeto del medio ambiente. Entre sus actividades destacan el establecimiento de sistemas de gestión de RAEE; realización de estudios e investigaciones sobre la recogida, tratamiento y control de RAEE; redacción, edición y distribución de publicaciones y toda clase de información sobre la recogida, tratamiento y control de RAEE, incluida la difusión en los medios de comunicación; desarrollo de actividades científicas y tecnológicas; difusión de la cultura de desarrollo sostenible en el ámbito de equipos y aparatos eléctricos y electrónicos y, en general, cualquier otra actividad relacionada con la gestión de aparatos, equipos y componentes electrónicos y de telecomunicación al final de su vida útil.

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