Los nuevos dispositivos aseguran un manejo más seguro, intuitivo y eficaz durante la realización de proyectos de instalación, decoración o restauración.

Dirigidos a los amantes del bricolaje, los dos últimos dispositivos de medición y detección de Bosch permiten trabajos más seguros y precisos. Por un lado Zamo, el nuevo medidor láser, examina distancias de hasta 20 metros con una precisión de 3 milímetros en cuestión de segundos. Por otro Truvo, la nueva herramienta detectora, permite una perforación más segura, reduciendo considerablemente el riesgo de dañar cables, tuberías u otros componentes metálicos.

Ambas herramientas se distinguen, además de por su precisión, por su nueva estética, reflejada en su manejo sencillo e intuitivo con un único botón. Gracias a ello, Zamo y Truvo se posicionan como dos herramientas especialmente prácticas (incluso para los menos manitas) con un tamaño ergonómico, no más grande que la palma de una mano.
 
Zamo, rediseñado para una medición láser fácil e intuitiva

El manejo de la herramienta es especialmente sencillo. Con solo presionar el botón una vez y apuntar con el láser donde se quiera medir, aparecerá inmediatamente en la pantalla la distancia exacta escogida, (que podrá leerse fácilmente gracias al nuevo display retroiluminado). A la hora de realizar mediciones, el Zamo toma como punto de referencia la parte posterior de la herramienta. Por ejemplo, si se quiere medir el alto del marco de una puerta, simplemente hay que situar el medidor en el suelo, apuntar hacia la parte superior del marco, presionar el botón y la altura aparecerá instantáneamente. Si se quiere realizar otro cálculo, solo se ha de presionar el botón nuevamente y la pantalla del aparato mostrará ambas mediciones.

 
Truvo, nuevas funciones para un DIY más seguro

El detector Truvo se enciende y se apaga deslizando una simple tapa. Una vez conectado, el dispositivo inicia automáticamente la calibración y puede ser utilizado al momento. Este puede distinguir metales ferrosos y no ferrosos a profundidades de 7 cm y 6 cm respectivamente. Además, reconoce cables eléctricos a 5 cm de profundidad, tanto en paredes, como en techos.

Mediante el sistema de luces y sonido incorporado se advierte al usuario de aquellas zonas en las que perforar resulte desaconsejable de forma más intuitiva. Consta de tres luces LED, en las que la luz verde señala que no se ha detectado ningún material, la luz amarilla indica que la perforación no es aconsejable por la proximidad de algún material conflictivo y la roja señala que ésta no debe llevarse a cabo. Además de la luz roja, el detector Truvo de Bosch emite diferentes sonidos en función del objeto que identifique. En caso de que detecte un objeto, este se localiza detrás del panel de LED. El área detectada puede ser fácilmente señalada gracias a las ranuras que el detector presenta en la parte superior y a los lados.