Inversión y diversificación han sido las apuestas de Cofares ante una alarmante caída de los márgenes en el sector de la distribución farmacéutica.

Si bien su trabajo se desarrolla en el ámbito de la distribución farmacéutica, ya de entrada Diego Soto, director de Logística de Cofares, se refirió a la pertinencia de hablar de logística en una feria de ferretería y suministros ya que “es fundamental para cualquier e-commerce”.

En el caso específico del sector farmacéutico, pese al ligero crecimientos experimentado durante los años 2014 y 2015, el gasto farmacéutico ‘puro’ (sin dispensación hospitalaria) se encuentra por debajo de los niveles de 2010 (9.912 millones de euros frente a 12.208 millones de 2010). Esta contracción del mercado farmacéutico, más la ausencia de Reales Decretos de calado desde 2013, han llevado al sector a ajustarse a una política de precios que deja un escaso margen al sector de la distribución farmacéutica. “Tenemos un margen del 7%, pero qué hacemos con el 7% de un medicamento que cuesta 1,20?”, se preguntó Soto.

Por otra parte, la cadena de distribución farmacéutica presenta desafíos y complejidades que no tienen otros sectores, con distintos modos de llevarla a cabo (venta directa del laboratorio a la farmacia, distribuidores tradicionales que manejan la gama completa –caso Cofares- y catálogos limitados para productos de alto valor) y 46 distribuidores en el territorio nacional. En cuanto a la clasificación de la distribución mayorista, ésta se realiza a través de sociedades anónimas, limitadas y otras formas empresariales (10%) y cooperativas farmacéuticas, que son almacenes de capital farmacéutico donde todos los socios tienen voto y perciben parte de los beneficios económicos (90%).

Ahora, ¿qué debe ofrecer un almacén de distribución farmacéutica? Lo primero, y más importante, es que debe garantizar la autenticidad de los productos que adquiere y suministra, así como la conservación adecuada de ellos. Asimismo, debe asegurar controles de caducidad; mantener existencias mínimas para evitar desabastecimientos; asegurar plazos de entrega, frecuencias mínimas de reparto, asesoramiento técnico farmacéutico y medios de apoyo a las farmacias, y garantizar las condiciones de almacenamiento necesarias, incluyendo dispositivos de control de temperatura y humedad, entre otros.

En esta cadena de distribución Cofares juega un rol fundamental, ya que suministra a 14.000 farmacias cinco veces al día (10.000 de ellas socios propietarios). De este modo, con una facturación anual de 2.945 millones de euros y una cuota de mercado del 26,28%, el grupo se alza como líder en nuestro país en distribución de medicamentos, parafarmacia y servicios a las oficinas de farmacia. Para poder servir este completo catálogo, Cofares cuenta con 33 almacenes, una plataforma y una central de devoluciones, preparándose al día más de 700.000 líneas de pedido, que se reparten en 600 rutas y cerca de 70 trailers.

La explicación de cómo se ha llegado a este punto la ofrece Diego Soto: Inversión y diversificación. “En épocas de crisis Cofares optó por invertir, y mucho: 140 millones de euros. Sabíamos que si lo hacíamos en ese momento, cuando el mercado repuntase tendríamos detrás una infraestructura logística lo suficientemente potente como para recuperar lo que habíamos perdido”. De este modo, a través de su Unidad de Servicios Logísticos, la empresa está en condiciones de aportar una infraestructura –red de almacenes- muy cercana a las farmacias, con un método de funcionamiento muy bien definido: se trabaja con unidades logísticas de compra, se redondean y mantienen stocks de seguridad y se hace un pedido único a la semana. Con este respaldo se han incorporado nuevos servicios, como la gestión de la plataforma logística Ofsa (la más grande de Europa, con 16.000 m2), el llevar a cabo parte de las operaciones logísticas de los laboratorios (a través de Farmavenix) u ofrecer logística inversa (a través de Cedifaofsa). También se ha montado una empresa de destrucción de medicamentos, a lo que se suma Cofares Estudios y Proyectos, que vende todo este ‘know-how’ que antes sólo se utilizaba de forma interna. En resumen, y en palabras de Soto, “como el margen de la distribución es cada vez más pequeño, en lugar de sentarnos a llorar intentamos cogerlo de otro sitio”.

Ahora, hemos hablado de la receta, pero ¿cuál sería la clave? “Hacer proyectos lo más automáticos posibles”, resume el director general de la Unidad de Servicios Logísticos. Es decir, a través de “herramientas que definen el estándar de calidad mínimo orientado al error cero”, lo que se consigue implementando exigentes sistemas de control, como radiofrecuencia aplicada a los principales procesos de almacén. Por otra parte, agrega Soto, “con el sistema de grabación de imágenes ‘made in Cofares’ los abonos por reclamaciones a las farmacias bajaron un 90%”·

Farmavenix, un caso de éxito

Farmavenix fue una idea que surgió del propio Soto, en 2013, ante la necesidad de contar con “un ingreso que permitiera pagar las nóminas”. Este proyecto, que implicaba la necesidad de contar con una red de almacenes periféricos, contó con una inversión de 17 millones de euros para tecnología –punta– y arquitectura. “¿Por qué digo que es un caso de éxito?”, preguntó el director de Logística. “Porque con el almacén manual éramos eficaces, pero ahora somos eficientes. A modo de ejemplo, antes se empleaba el triple de recursos humanos para una operación determinada, lo que no significa que se hayan producido despidos. “En lugar de eso hemos multiplicado nuestra capacidad de distribución, que es de lo que se trata”, resumió.

“Mi opinión, después de 25 años en este sector, es que con la tecnología se pueden alcanzar metas que de otro modo no serían posibles”, concluyó Soto. Tan lejanas algunas, que Cofares incluso se está atreviendo a mirar fuera de su sector. Un proyecto en marcha con Coca Cola es un buen ejemplo de ello.