La marca ofrece una amplia gama de productos en base agua que combinan alta calidad y un cuidado por el medioambiente.

Bruguer se suma a la celebración del Día Mundial de la Ecología, que se conmemora este miércoles 1 de noviembre, reafirmando un compromiso con el medioambiente. Desde 1995, ha trabajado en su apuesta por ofrecer productos con menor impacto ecológico en el entorno.

Mantiene una política ecológica activa y de calidad en lo que respecta a productos y procesos industriales. “Nuestra política y filosofía como empresa implica tomar decisiones inteligentes acerca de todos los componentes de nuestros productos, desde la energía y el agua que utilizamos, hasta la materia prima de los tintes de pintura. También conlleva la reducción de desechos que se crean en la fábrica y la utilización de menos combustible para poner nuestros productos a la disposición de nuestros clientes”, declara Paloma Pestonit, responsable comunicación de Bruguer.

Asimismo, Bruguer cuenta con la acreditación de la ISO 9001:2000 y AENOR Medio Ambiente en varios de sus productos, y pertenece a la Asociación de Compromiso de Proceso de la Industria Química. Además, la marca apuesta por el concepto ‘fácil y seguro’, incorporando a sus productos un sello que garantiza la facilidad en la aplicación, la seguridad en el resultado final y una solución sostenible para el medio ambiente. Todos los productos con el sello ‘fácil y seguro’ cumplen con la Normativa Europea 2010 sobre COV (compuestos orgánicos volátiles) posibles causantes de la destrucción de la capa de ozono en la atmósfera.

Recientemente ha dado un nuevo paso adelante en esta materia, añadiendo a las prestaciones de su conocida colección, Colores del Mundo, el certificado medioambiental europeo Ecolabel, que avala la calidad y sostenibilidad de sus pinturas.

Bruguer se ha fijado un nuevo objetivo de cara a 2020, que al menos una cuarta parte de sus productos se conviertan en los mejores frente a las alternativas disponibles actualmente en lo que a huella ecológica de las empresas se refiere. Para ello, otra de las medidas adoptadas para reducir el impacto medioambiental ha sido la sustitución de disolventes. Éstos se usan normalmente en la elaboración de las pinturas y se ha decidido reemplazarlo por agua para mejorar así el entorno y la calidad del aire.

También los nuevos recipientes de pintura se producen con menos materiales que los anteriores. Los componentes que se utilizan no solo proceden de elementos reciclados, sino que también se pueden reciclar cuando se termina el proyecto.