La jardinería en 2025 se va a convertir en un movimiento que une tecnología, ecología y bienestar. Por eso, desde STIGA han recopilado las tendencias principales que reflejan cómo el cuidado de los espacios verdes se está adaptando a las necesidades de un mundo en constante cambio, marcando un camino hacia un futuro más sostenible y conectado con la naturaleza.
Jardines inteligentes: la tecnología llega al rincón verde
El avance de la domótica ha llegado a la jardinería, tanto pública como doméstica. En 2025, los jardines inteligentes serán una realidad accesible para muchos. Sensores de humedad, robots cortacésped autónomos y aplicaciones móviles para monitorizar la salud de las plantas son solo algunas de las innovaciones que lideran esta tendencia.
Tanto es así que, en el caso de los robots cortacésped, por ejemplo, el mercado español se encuentra en plena expansión. Se estima que para el 2029 supongan 3.770 millones de dólares a nivel global, una tendencia que, en España, representa un segmento emergente dentro del mercado de herramientas de jardinería y la apuesta por la sostenibilidad. El uso residencial es dominante, aunque el sector comercial comienza a ganar relevancia gracias a la automatización en parques y amplios exteriores públicos.
Además, como ocurre con el cuidado del interior de la casa, estas herramientas están equipadas con asistentes como Alexa o Google Home, haciendo que el cuidado del jardín sea más sencillo, eficiente y sostenible. El uso de las tecnologías también democratiza su empleabilidad y permite que un mayor número de personas pueda beneficiarse de su aplicación y ventajas.
Jardinería regenerativa: aliado contra el cambio climático
El informe Global Garden Trends 2025 destaca la jardinería regenerativa como una práctica clave para combatir el cambio climático. Este enfoque no solo busca minimizar el impacto ambiental, sino restaurar los ecosistemas locales. Los expertos y los amantes de la jardinería están adoptando técnicas como la plantación de especies autóctonas, la captación de carbono a través del suelo y la creación de hábitats para polinizadores como abejas y mariposas.
Uno de los puntos más interesantes de esta técnica es el cuidado del suelo, como un activo que, cada vez, está más maltratado. Tanto es así que se estima que el uso de pesticidas, uno de los mayores contaminantes del suelo, se ha incrementado un 80% en todo el mundo desde 1990. España alzó el liderazgo en 2020 al utilizar 774 toneladas de pesticidas.
La alternativa pasa por utilizar herramientas que incluyan mulching, la técnica que permite que los recortes de césped permanezcan en él y continúen nutriéndolo.
Tanto es así que un estudio desarrollado por la Universidad de Padua, en colaboración con STIGA, mostró que el uso de cortacésped con esta innovación reduce hasta en un 60% la aplicación de fertilizantes.
Jardinería urbana: pequeño espacio, grandes ideas
Con el crecimiento de las ciudades, los espacios verdes urbanos están ganando protagonismo. Desde jardines verticales en balcones hasta huertos en techos, las soluciones compactas para la jardinería seguirán en auge. Según revela un informe sobre agricultura urbana, en España hay 20.000 huertos urbanos, un número que se ha incrementado exponencialmente durante los últimos años por la necesidad de los usuarios de conectar con la naturaleza. Por otro lado, en 2025, la jardinería terapéutica se consolidará como una práctica esencial. Desde programas comunitarios hasta kits de jardinería mindfulness para el hogar, esta tendencia apunta a reforzar la conexión entre las personas y la naturaleza como una herramienta para reducir el estrés y mejorar el bienestar emocional tan necesario para las grandes ciudades.