Miquel Escayol participó muy activamente en el crecimiento de la empresa desde su fundación, dedicando sus esfuerzos a la dirección financiera y posteriormente a la dirección general hasta su jubilación.
Durante casi cincuenta años fue testigo privilegiado y artífice de la progresiva consolidación de la marca RUBI en todo el mundo. Con su marcha y tras la muerte de los hermanos Boada hace ya unos años, Germans Boada pierde el último referente de la generación inicial que hizo grande la marca RUBI a base de mucho esfuerzo y grandes dosis de creatividad y pasión.
Actualmente, la segunda generación de emprendedores sigue con el mismo impulso de los fundadores y lleva desde hace años el timón de una empresa plenamente internacional con filiales en nueve países, y sucursales y oficinas comerciales en todo el mundo. Hoy, todo el equipo RUBI trabaja en los distintos mercados con los valores impulsados por los fundadores.
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