La industria del automóvil instalada en España (Renault, Citroën, etc.) está utilizando con éxito este sistema que permite una serie de variaciones adaptables a todo tipo de estructuras metálicas de hormigón o prefabricadas.
Tiene una capacidad máxima de traslación manual de 1.250 kg. Como ventajas sobre el puente-grúa tradicional posee un menor coste de la estructura de soporte. La reducción del número de elementos de montaje necesarios (se monta manualmente con ayuda de una escalera, sin necesidad de grúas, camiones ni otros elementos mecánicos) aprovecha al máximo la distancia entre techo y gancho en locales de poca altura. Posee un bajo coste global al no requerir testeros ni maniobras adicionales, tiene una gran versatilidad y opciones disponibles en conducciones eléctricas, tipos de suspensión rígidas o pendulares, gama de carros internos, fijaciones superiores, etc.