Tras una dilatada trayectoria en el sector de ferretería y bricolaje se jubila a mediados de septiembre. ¿Cómo ha visto la evolución del sector durante los últimos diez años?
Diría que ha sido una etapa de cambios profundos. Hemos pasado de un sector muy tradicional, muy centrado en la tienda física, a un mercado donde conviven nuevos canales, mayor exigencia en servicio y un cliente final más informado. Todo esto ha obligado a fabricantes y distribuidores a profesionalizarse, a ser más ágiles y a innovar. Lo positivo es que, a pesar de la transformación, el sector ha demostrado su capacidad para adaptarse sin perder su esencia, la cercanía y la confianza.
«Hemos pasado de un sector muy tradicional, muy centrado en la tienda física, a un mercado donde conviven nuevos canales, mayor exigencia en servicio y un cliente final más informado»
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Lleva en Lince más de veintisiete años dirigiendo el departamento comercial. ¿Qué destacaría de su trayectoria profesional en esta firma?
En un mundo tan globalizado, lo más valioso para mí ha sido poder seguir fabricando, desarrollar e innovar nuevos productos que respondan a las necesidades y exigencias del mercado. Al mismo tiempo, he disfrutado enormemente de la relación con mis compañeros y del trabajo en equipo, así como del contacto cercano con clientes y profesionales del sector. Comercialmente, hemos sabido mantener la seriedad en los compromisos y la coherencia en la palabra dada, sin dejar de apostar por la innovación y sin perder los valores tradicionales. Esa combinación de confianza, cercanía y evolución ha sido, sin duda, lo que ha permitido a Lince consolidarse como una referencia en el sector.
¿Qué anécdota curiosa nos podría contar, que le haya sucedido en alguna de las múltiples ferias del sector, visita comercial…?
Más que una anécdota, guardo con especial cariño los muchos momentos compartidos con clientes que iban mucho más allá de lo profesional. En ferias, viajes o visitas, sobre todo con aquellos de mayor confianza, pasabas de hablar de productos a escuchar confidencias personales, ejercer casi de asesor financiero o incluso de confesor. Ese componente humano, esa complicidad, ha sido sin duda lo más enriquecedor de mi trabajo y, al mismo tiempo, lo que más voy a echar de menos.
«Más que una anécdota, guardo con especial cariño los muchos momentos compartidos con clientes que iban mucho más allá de lo profesional»
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¿Somos un sector resiliente? ¿Piensa que el proveedor debe adaptarse a la venta online y todos los nuevos avances que vengan como la IA, de la mano de la distribución?
Resiliente, sin duda. Lo hemos demostrado en la crisis de 2008, en la pandemia de 2020 y en otras muchas situaciones de incertidumbre. El sector siempre ha sabido levantarse. En cuanto a la venta online y la IA, son realidades que no podemos ignorar. El reto está en integrarlas sin perder nuestra identidad. El valor del sector está en la confianza y la especialización, y eso debe convivir con la digitalización y las nuevas herramientas que vienen.
«La venta online y la IA son realidades que no podemos ignorar»
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Por último, ¿qué consejo le daría a una persona joven que se incorpore al sector de ferretería y bricolaje sin conocerlo?
Le diría que escuche mucho, que sea paciente y que entienda que en este sector la confianza se gana día a día. Los productos evolucionan y las tecnologías cambian, pero el trato humano y la seriedad en la palabra siguen siendo la clave. Si sabe combinar esa base con una mentalidad abierta a los nuevos tiempos, tendrá un gran futuro por delante. Eder Mendo Lince