Aislar correctamente las viviendas puede reducir hasta un 30% el consumo energético, según el negocio Construction Solutions de Molins. Esta medida gana especial relevancia en un momento en el que los hogares españoles afrontan un nuevo otoño marcado por la incertidumbre energética y el encarecimiento de la luz y el gas.
Según Eurostat, la factura eléctrica de los hogares ha subido un 14,7% en el último año y la Tarifa de Último Recurso (TUR) de gas cerca de un 12%. El incremento del término fijo en las viviendas con calefacción, junto a la subida del IVA, los peajes y el sobrecoste del apagón de abril, explican este encarecimiento. Pese al descenso del precio mayorista gracias a las energías renovables, lo cierto es que los consumidores no han notado esa bajada en sus recibos.
Ahorro energético de entre el 30% y el 60%
Aunque no se pueden aportar datos precisos y exactos, porque cada hogar tiene un gasto energético distinto, sí se puede realizar una estimación del a horro. Aislar las paredes exteriores puede suponer un ahorro energético de entre el 30% y el 60%. Por otro lado, aislar el interior de las viviendas, atendiendo a las paredes, falsos techos y suelos por insuflado, reduce entre el 40% y el 80%, tal y como informa Eleia, comercializadora de energía eléctrica y gas.
Cabe destacar que el porcentaje de ahorro dependerá del grosor del material aislante. Si este tiene dos centímetros, evitará una pérdida de energía de un 50%. Si tiene cinco o más, podrá reducirse hasta un 70%.
El aislamiento exterior suele ser más complejo, ya que el material aislante debe sujetarse a la fachada, llegando en ocasiones a modificarla. Esta opción no es viable para ciertas normas urbanísticas que no permiten la alteración estética de la fachada. Sin embargo, es el más eficaz, puesto que elimina los puentes térmicos y protege la fachada de forma unánime.