Esto provocó las críticas del Gobierno francés, que no obstante anunció la apertura de una negociación para buscar un cambio de reglas en los horarios comerciales, según publica lainformacion.com.
En el exterior de los comercios de Castorama, los empleados montaron unas oficinas para explicar a los clientes esta acción que corre el riesgo de que se traduzca en multas millonarias para las marcas.
El Tribunal de Bobigny había fallado en su contra el pasado jueves y les había obligado a cerrar los domingos, bajo la amenaza de sancionarlas con 120.000 euros por tienda que infringiera ese dictamen y por domingo de apertura.
Una decisión que fue el resultado de la demanda presentada por otra cadena competidora, Bricorama amparándose en la ley de horarios comerciales de 2009, que establece tres derogaciones a la regla general de la prohibición de apertura de las tiendas los domingos.
Se trata de los comercios de alimentos, que pueden funcionar ese día de la semana hasta las 13.00 horas, los comercios ubicados en zonas catalogadas como turísticas y los situados en áreas que las prefecturas pueden considerar que tienen hábitos que justifican la actividad dominical.

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