La Asociación de Empresas del Metal de Madrid (AECIM) hizo un repaso de la coyuntura económico y un balance del 2022 durante su última junta directiva del año, celebrada a finales del pasado mes de diciembre.
En líneas generales, los miembros de la junta reconocieron durante el encuentro que 2022 ha terminado algo mejor de lo esperado gracias a las ayudas europeas, los Planes Renove o la implementación de la nueva tarifa regulada de gas para pymes, la TUR 4, ha informado la Asociación a través de un comunicado de prensa.
Sin embargo, hay variaciones por sectores: en el sector de la automoción, factores como la inflación, la guerra de Ucrania o la política Covid 0 implementada en China, han impactado fuertemente. Sin embargo, a pesar de que 2023 se presenta como un año de clara incertidumbre, los empresarios prefieren ver el horizonte con algo de optimismo y confían en que se concreten nuevos proyectos el próximo año.
La mayoría de los sectores y empresas representadas en la junta directiva de AECIM coinciden en los principales problemas a los que se han enfrentado a lo largo de 2022 y que prevén puedan continuar en 2023:
-La falta de mano de obra cualificada procedente de ramas de formación profesional es una constante en el sector del metal, tal y como indica el estudio elaborado por Confemetal sobre las necesidades de competencias profesionales y aprendizaje del metal en España, que concluye que el sector necesita alrededor de 150.000 empleados formados en diferentes disciplinas para cubrir las necesidades actuales de las empresas.
-El continuo aumento de la morosidad está impactando fuertemente a las empresas, que se ven abocadas a hacer frente a los pagos de sus proveedores varios meses antes de recibir los pagos de sus clientes. Tal y como señala el Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito, publicado por Crédito y Caución e Iberinform, el 60% de las empresas españolas sufre impagos y un 48% afronta pérdidas de ingresos significativas debido a la morosidad, lo que supone tres puntos más que hace un año.
-La elevada tasa de inflación, que ya se sitúa en el 6,8%, encarece la producción y ralentiza el consumo.
-Por último, el aumento de los costes de la energía, el transporte y las materias primas a lo largo de este 2022, han impactado fuertemente al sector.