‘Despierta la furia’ juega con los cambios temporales, por lo que hay que estar muy atento en todo momento.
Un camión blindado es atracado por un grupo de hombres armados. Se complica la situación, los dos guardias mueren, así como un joven y su padre es herido gravemente. Tras un periodo de cinco meses, un misterioso y enigmático Patrick Hill opta a un puesto en esa misma compañía de furgones, Fortico. Causa muy buena opinión a su supervisor, lo apodan “H”. Tras pasar con algún problema todas las pruebas de acceso. En su primer día de trabajo, va asignado con su supervisor, donde le dan muchos detalles del atraco, que costó la vida a sus compañeros y al joven, por lo que Patrick comienza a sospechar algunas cosas de sus nuevos compañeros.
En ese primer día una banda toma como rehén a su supervisor. Su compañero, el conductor, entra en pánico. Mientras que “H” toma el control de la situación, mata a todos los integrantes de la banda, salva a sus compañeros y es considerado como un verdadero héroe. Hasta el mismo dueño de la empresa lo felicita.
Pese a que es investigado por agentes del FBI, estos no pueden hacer nada, ya que su supervisor al mando les dice que lo dejen en paz con una curiosa frase, “dejen que el pintor pinte". Saben que “H”, es alguien que no es quien dice ser, pero han de obedecer las órdenes.
Por su lado, “H” comienza a investigar a todos sus compañeros para poder saber más cosas sobre el atraco. En un nuevo día, vuelven a intentar atracar el furgón en el que presta servicio, pero al reconocer quién es, salen huyendo, cosa que agranda su imagen de héroe en la empresa.
Tras esto, “H” recuerda el día en el que, por desgracia, se cruzó con los atracadores, que mataron a su hijo y a los dos guardias. “H” es Hargreaves Mason, jefe de un sindicato mafioso local, por lo que pone todos sus medios, hombres y conocimientos para localizar a los autores del asesinato de su hijo. Revuelven cielo y tierra con interrogatorios y asesinatos.
Creen que todo ha sido obra de un grupo con soporte desde dentro de la propia empresa. Encuentran que son un grupo de exmilitares que ahora pasan malos momentos económicos, que, con ayuda de ciertas personas de la empresa, entre ellos su supervisor, han realizado los atracos.
Ahora están planeando poder atracar la central de los furgones, en pleno Black Friday. Para ello urden un gran plan, con muchos medios de armas y tecnología. Mueren guardias de la central, de los furgones, asi como casi todos los asaltantes, ya que “H” los va cazando uno por uno. Hasta llegar al último, autor material de la muerte de su hijo. Lo venga matándolo, y entregando todo el dinero al FBI, que le facilitó la información para saber quiénes eran.
El mensaje que se puede extraer con relación a este filme no es sencillo, pero tras analizarlo, puedo decir que es muy actual. Quién va a defender los intereses de las tiendas de esas ferreterías de barrio, que pueblan nuestras ciudades, nuestros núcleos urbanos. Quién está preparado y formado para ellos, quién tiene los medios. Porque si no lo hacen, día a día, furgón a furgón, se irán quedando con todo el botín.
Tenemos esos medios, yo creo que sí. Hay gremios que los representan, acciones de asociaciones sectoriales que ponen toda la carne en el asador para que se oiga su voz. Pero aún así, algunos prefieren llorar tras un pequeño mostrador, pagando su tributo insuficiente, a aquel grandullón que le esta exprimiendo hasta la última gota de sangre y energía. Porque si hay un canal de esperanza, de salida, de querer hacer las cosas de una forma diferente y con argumentos, no se les da el apoyo, no solo silencioso, sino visible, demostrando fuerza y musculo. El protagonista cuando esta rodeado de la banda, cuando tienen a su supervisor, calibra sus fuerzas, sus oportunidades.
Logra vencerles porque es un especialista, porque tiene una mejor formación. Porque sabe cuándo y cómo hacer las cosas. No se queda callado, con miedo, llorando, sin saber que hacer. Esta preparado para ello, toma la iniciativa.
Preferimos llevar la guerra al pobre vecino de unas calles más allá, cuando sabemos que realmente no es él. Hay que apoyar para que nuevas leyes protejan su negocio. Eso no va a pasar desde despachos lejanos, faltos de reales interlocutores que solo representan a los grandes grupos.
El valor de 300 hombres paró un ejercito mil veces mayor en un estrecho paso de Grecia, al grupo de Esparta. Porque no pasa esto aquí, dejamos que nos aparten, que nos tengan presente.
Somos un sector diferente, especial, pero que debe hacer sonar su voz, sus derechos, crear catedra, salir a decir que ese furgón hoy no se lo va a quedar nadie, que no sean ellos.
Tomemos el control, hagamos costado a quienes quieren luchar por el bien común, no nos quedemos tras un gris mostrador, porque puede que las balas nos traspasen esa insignificante coraza, y el ganador siempre será el más grande, aunque no sea el mejor.
Redacción: Bricolador Enmascarado.
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- "Tomemos el control, hagamos costado a quienes quieren luchar por el bien común, no nos quedemos tras un gris mostrador".
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