Según el estudio El consumo sostenible y los productos certificados 2024 de Clickoala, citado por EFE, hay un total de 27 estilos de vida con los que los ciudadanos se definen. Entre estos figura vivir de una manera sostenible. Hasta aquí, todo normal. La sorpresa viene cuando nos encontramos que los habitantes que más lo defienden son los que tienen 55 años o más. Por el contrario, este interés pierde popularidad entre las generaciones más jóvenes. sostenibilidad
Los motivos del rechazo
Lo más destacado del informe es la creciente desconexión de los jóvenes con respecto a la sostenibilidad. En particular, entre las personas de 16 a 24 años, su preocupación por el medio ambiente ha disminuido significativamente en cinco años, pasando del 45 % en 2019 al 23 % en 2024. Este descenso afecta a todas las temáticas abordadas, como el cambio climático, la contaminación urbana, el uso excesivo de plásticos y la pérdida de biodiversidad.
El estudio señala que, aunque los porcentajes han disminuido en comparación con el año anterior, son las personas de mayor edad, específicamente aquellos de 55 a 64 años y los de 65 o más, quienes muestran mayor interés por la sostenibilidad, alcanzando un 49 %. En contraste, los otros grupos etarios, especialmente los más jóvenes, presentan cifras inferiores.
Entre las causas de esta desconexión se encuentran la sobrecarga de responsabilidad, la culpabilización y el rechazo, el impacto emocional de la información recibida, la influencia de las redes sociales y la institucionalización del concepto de sostenibilidad.
El estudio identifica cuatro grupos sociales
El análisis clasifica a la población en cuatro grupos según su conexión con la sostenibilidad y su manera de consumir, que puede ser más o menos amigable con el medio ambiente: alpinistas, montañeros, senderistas y desmotivados.
Los alpinistas, que representan el 9 % de los españoles, poseen un nivel educativo más alto y consideran que vivir de manera sostenible es esencial para su identidad. Adoptan prácticas como separar la basura o adquirir productos locales y ecológicos.
Los montañeros, que constituyen el 37 %, muestran una gran preocupación por los problemas ambientales, aunque creen que las acciones individuales no son efectivas para solucionarlos.
Los senderistas, que abarcan el 44 %, tienen una actitud favorable hacia la sostenibilidad, pero rara vez la ponen en práctica, ya que no consideran que los problemas ambientales sean tan importantes.
Por último, los desmotivados, que representan el 11 %, no están interesados en el medio ambiente y su proporción se ha duplicado en los últimos cinco años.
Etiqueta ecológica
El 46 % de los españoles afirma tener confianza en los sellos que garantizan que un producto es respetuoso con el medioambiente o que mejora las condiciones laborales, aunque esta confianza ha caído 9 puntos en los últimos años, pasando del 55 % en 2019 al 46 % en 2023.
El análisis incluyó 49 sellos específicos. Aunque pueden ser útiles para identificar productos más sostenibles, la mayoría son poco conocidos entre la población española. De hecho, solo uno de ellos fue reconocido por más del 50 % de los consumidores, y 13 más son reconocidos por entre el 20 % y el 44 %.
Respecto a los criterios que se consideran al elegir un producto, los más relevantes son el precio (47 %), el origen (24 %), la información sobre aspectos ecosociales (14 %), la marca (9 %) y el sello ecológico (6 %).