FEMEVAL ha emitido un comunicado en el que señala que el sector lleva años instalado en una dinámica en la que la incertidumbre, tanto en el ámbito geopolítico como económico, forma parte del día a día de la agenda empresarial. A conflictos como la guerra en Ucrania, la crisis del Mar Rojo o la política arancelaria, se suma ahora la participación de Estados Unidos en el conflicto con Irán y el riesgo de bloqueo del Estrecho de Ormuz. Israel
En un análisis del impacto de la entrada de Estados Unidos en guerra con Irán sobre la actividad del sector metal, FEMEVAL concluye que la mayor repercusión en las empresas vendrá, por un lado, por el efecto del posible incremento del precio del petróleo, y con ello de los costes energéticos, con lo que conlleva, a su vez, una mayor inflación. Y de otro, por el encarecimiento de las materias primas y bienes intermedios por la dificultad de flujo.
Para el metal es, además, explican que esta es una situación sobrevenida que vendría a agravar la coyuntura de una industria tocada por una acusada caída de la productividad del 13,5 % y superior al 15 % de la actividad exportadora.
Al respecto, solicitan prudencia para no generar alarmismo que desestabilice aún más la economía, aunque si bien se debe estar vigilante ante el devenir de los acontecimientos.
Desde FEMEVAL, se suman a la petición de la Unión Europea de abogar por soluciones diplomáticas que busquen el diálogo como única salida viable para con ello garantizar la estabilidad regional y global y evitar un conflicto de mayores dimensiones, que podría tener consecuencias imprevisibles y catastróficas a nivel mundial.
Imagen de archivo. Israel