Con ello, los ciudadanos pueden tomarse una copa de vino o una cerveza en una tienda de ropa o en la ferretería. Un anuncio que ya ha desatado las críticas por parte de los comerciantes y también del sector de la restauración, según informa en un artículo del 10 de diciembre, republica.com.
Según esta noticia, la nueva legislación permitirá a estos comercios vender todo tipo de bebidas alcohólicas sin ningún límite en cuanto a horarios ni jornadas. Además, no les obliga como a los bares y restaurantes a tener servicios abiertos al público.
Tampoco exige ni medidas de insonorización ni aforos, lo que supone una verdadera competencia desleal con el sector de la restauración, además de los problemas que pueden originar grandes aglomeraciones con la tragedia del Madrid Arena aún reciente.
Aunque aún no está definido el límite de metros cuadrados necesarios para poder abrir estos ‘mini-bares’ en los comercios, el Ayuntamiento deja fuera a las grandes superficies.
Mientras que la alcaldesa (en la fotografía) busca ”liberalizar la economía en la ciudad”, continúa republica.com, tanto comerciantes como el sector de la restauración ven con mucho recelo la nueva legislación municipal que previsiblemente será aprobada en los próximos días.
Más información: www.madrid.es