El pasado 28 de abril se celebró el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo. Sin duda, la seguridad y salud de los trabajadores debe ser una de las principales preocupaciones de las compañías, garantizando todas las medidas de salud correspondientes a cada puesto laboral. Con motivo de esta conmemoración, Metal Empresarial de AECIM reunió a diversos especialistas con el objetivo de analizar a situación actual de la prevención de riesgos laborales en la industria metalúrgica. A continuación, exponemos sus principales puntos de vista.
Ergonomía como eje central
Desde el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo, Fuensanta Palomino destacó el papel clave de las instituciones en la investigación de accidentes y en la mejora de los entornos laborales. “Aunque el daño ya esté hecho, nuestras intervenciones buscan evitar agravios al trabajador y proteger al resto del equipo expuesto a las mismas condiciones”, explicó.
Palomino también presentó iniciativas innovadoras, como los programas de fortalecimiento muscular antes y después de la jornada, y las evaluaciones ergonómicas tipo que sirven de referencia a las empresas para prevenir trastornos musculoesqueléticos, uno de los riesgos más comunes en el sector.
Formación adaptada a cada puesto
Nuria Carmona, directora de RRHH de APRIMATIC, y Almudena Fernández, directora de RRHH de INFE, coincidieron en la importancia de una formación en prevención personalizada y adaptada a las características de cada puesto. “No se puede ofrecer la misma formación a un administrativo que a un operario de almacén”, afirmó Carmona. Fernández destacó que su empresa ha reducido la siniestralidad por sobrecargas físicas a cero en los últimos dos años, gracias a su modelo formativo interno.
Tecnología al servicio de la seguridad
Las empresas participantes destacaron cómo la incorporación de nuevas tecnologías ha contribuido a reducir riesgos. El uso de grúas puente, brazos articulados y sistemas de almacenaje digitalizado no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también disminuye considerablemente los riesgos físicos.
“Manipulamos cristales de gran tamaño como si fueran un lápiz gracias a nuestras plumas mecánicas”, comentó Carmona. Por su parte, Ollero recalcó que la digitalización permite analizar los datos de accidentabilidad para detectar puntos críticos y actuar con mayor eficacia.
Implicación directa del trabajador
Otro concepto clave fue “ergonomía participativa”, que promueve la implicación directa de trabajadores y empleadores en la mejora del entorno laboral. “Nadie conoce mejor los riesgos que quienes realizan el trabajo día a día”, apuntó Palomino.